El Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CASACIDN) dijo que «los niños son expuestos como objetos de consumo y diversión de los adultos». El juego nuevo que presentó la diva en su programa consiste en que dos bebés compitan en una carrera de gateo. Gana el que primero llegue a los brazos de la mamá.
Comunicado de la entidad:
PREOCUPACIÓN POR EL USO DE BEBES EN EL PROGRAMA DE SUSANA GIMÉNEZ
El Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CASACIDN) manifiesta su preocupación por la grave violación a los derechos de niños y niñas que representa el segmento llamado «Su Gateo» donde dos bebes compiten gateando en el programa de televisión de Susana Giménez.
En consonancia con lo que desde el CASACIDN ya hemos expresado hace unos años con el «Bailando Kids» del programa Showmatch que conduce Marcelo Tinelli, consideramos que hay una evidente manipulación de los niños que son expuestos como objetos de consumo y diversión de los adultos en el marco de una competencia.
Lamentablemente no es la primera vez que se da en la televisión argentina y exige que se tomen las medidas necesarias para poner fin a las violaciones de los derechos de chicos y chicas que representa.
La desvalorización que hay detrás de la presentación de los niños y las niñas en los programa se corresponde con una imagen de infancia, promovida desde los medios, que los expone así a diversas situaciones de violencia como fue el tironeo de una de las mamas para que su hija llegara antes a la meta y así ganar la carrera.
Además, tampoco se cumplió con la norma establecida por la Ley de Radiodifusión que prohíbe la presencia de menores de 12 años después de las 22 en cualquier programa realizado en vivo.
Creemos que es necesario poner fin a las violaciones de los derechos de niños y niñas en este caso particular, y trabajar para que los medios y la sociedad entiendan que los chicos son sujetos portadores de derechos que deben ser respetados, que son vulnerables a lo que los medios dicen sobre ellos y a las imágenes que sobre ellos construyen, y que deben ser protegidos contra cualquier forma de violencia, incluida aquella que, como en este caso, ejercen los medios de comunicación.