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El Día de la Pastelería Artesanal Argentina en el Edificio del Molino

Pastelería Artesanal Argentina

Homenaje a la Excelencia en la Pastelería Argentina

Un emotivo tributo a 100 pasteleros históricos en el icónico Edificio del Molino de Buenos Aires.

La celebración del Día de la Pastelería Artesanal Argentina tuvo lugar por primera vez en el emblemático Edificio del Molino, ubicado en el barrio porteño de Balvanera. Este evento histórico se convirtió en la sede de un conmovedor homenaje a 100 pasteleros destacados de todo el país. El mítico edificio, ubicado en la esquina de las avenidas Callao y Rivadavia, es un referente del Art Nouveau porteño y fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1997. En esta ocasión, la Cámara de Confiterías de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc) y la Federación de Pasteleros se unieron para rendir tributo a quienes han dejado una huella indeleble en la industria de la pastelería.

Un Homenaje a la Excelencia en la Pastelería

El evento reunió a algunas de las figuras más destacadas en el mundo de la pastelería argentina, como Donato de Santis, Osvaldo Gross, Dolli Irigoyen, Pamela Villar y los integrantes del «Pampa», equipo Argentino de Pastelería. Sin embargo, el encuentro también contó con la presencia de un ilustre invitado: Felipe Malmoris, un pastelero y exdirigente sindical de 102 años. En 1946, Malmoris formó parte de la primera comisión directiva del Sindicato de Trabajadores Pasteleros, y su valentía y dedicación fueron reconocidas en este evento.

Malmoris compartió anécdotas de su época, cuando la pastelería implicaba mucho más que utilizar ingredientes preenvasados. Él recordó que en aquellos tiempos, debían hacer todo desde cero, lo que requería creatividad y esfuerzo. A pesar de los desafíos, su amor por la pastelería lo llevó a perfeccionarse en los bares y restaurantes más importantes del centro porteño.

Un Icono de la Pastelería: El Edificio del Molino

El Edificio del Molino es un lugar emblemático para la pastelería argentina. En sus instalaciones, surgieron postres legendarios que han perdurado en el tiempo. Uno de los más reconocidos es el Imperial Ruso, un merengue francés relleno con crema de manteca y almendras, creado por Cayetano Brenna, dueño de la confitería. También es conocido el postre Leguisamo, en homenaje al jockey uruguayo Irineo Leguisamo, a pedido de Carlos Gardel.

El edificio, que abarca 7.600 metros cuadrados, cuenta con cinco pisos, una azotea con torre-cúpula y tres subsuelos, uno destinado a depósito de combustible, otro con cisternas, sala de máquina y mantenimiento, y un tercero dedicado a la elaboración de pastelería, productos de confitería y molino harinero.

Un Legado que Perdura

La declaración del Día de la Pastelería Artesanal Argentina es un hito importante para la comunidad de pasteleros. Luis Hlebowicz, secretario general de la Federación de Trabajadores Pasteleros y Afines, destacó la restauración del Edificio del Molino como un logro significativo. Espera que este lugar se convierta en un referente a nivel mundial y que genere empleo tanto en pastelerías como en cafeterías.

La pastelería argentina, especialmente la artesanal, es una fusión de masas traídas por inmigrantes a principios del siglo XX, combinadas con sabores locales como el dulce de leche y la batata. Este legado ha perdurado a lo largo de generaciones y ha dado lugar a productos icónicos como las pastafrolas, los sandwiches, la torta rogel y las maicenitas.

Argentina se destaca en el ámbito de la pastelería a nivel internacional gracias a su diversidad cultural y culinaria. La declaratoria del Día de la Pastelería reconoce la importancia de preservar esta rica tradición y el legado de quienes la han enriquecido a lo largo de los años.

Un Homenaje Merecido

En el pasado, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó el «enorme valor histórico, cultural y patrimonial» de la Confitería del Molino, tras su visita al edificio. La sanción de la ley que permitió su recuperación y restauración fue un paso crucial en la preservación de este importante Monumento Histórico Nacional.

El Edificio del Molino, diseñado por el arquitecto italiano Francisco Gianotti, se inauguró el 9 de julio de 1916. Su cierre en 1997 marcó el inicio de un proceso de expropiación y restauración que culminó en su reapertura en julio de este año.

El Día de la Pastelería Artesanal Argentina es un homenaje merecido a una tradición rica. La celebración en el Edificio del Molino es un recordatorio de la importancia de preservar y valorar el legado de los pasteleros argentinos. La pastelería argentina es un tesoro culinario, y eventos como este contribuyen a mantener viva su historia y su excelencia en la elaboración de postres.

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