Evento histórico dentro del rock nacional, Rock en Baradero 2018
La cuarta edición del festival más grande de la Provincia de Buenos Aires se destacó por la heterogeneidad de estilos, la camaradería entre músicos y la sobresaliente actuación de las nuevas generaciones.
La cuarta edición de Rock en Baradero 2018 parecía inmejorable.
Con tres jornadas que incluían a más de 50 bandas, la ciudad ubicada en la orilla de uno de los afluentes más importantes del río Paraná fue testigo de un encuentro de los artistas del momento. Bajo un calor infernal que rozó los 35°, el público se acercó desde distintos puntos de la región.
El día 1 fue irrumpido por el rock pesado y el metal: desde Massacre hasta el esperado cierre de Ricardo Iorio −después de haber sido detenido en Sierra de la Ventana−, y pasando por Eruca Sativa, Attaque 77 y Carajo. El predio ubicado en la avenida principal de la localidad más antigua de la provincia se llenó de pelos largos, tachas y mucho agite.
El show de Pez fue uno de los puntos más altos de la jornada. Si bien los grupos tocaron con tiempos reducidos −salvo excepciones, ningún recital superó la hora de duración−, Ariel Minimal y compañía se las arreglaron para que Pelea al horror(2017), su último álbum de estudio, conviva con la vasta discografía que formaron a lo largo de 20 años de carrera.
Vale destacar que desde el principio del festival, las nuevas generaciones, además de hacerse respetar por colegas más consagrados, tuvieron una buena repercusión entre las personas que alternaron los escenarios Isenbeck y Spotify: Todo Aparenta Normal, El Buen Salvaje, Huevo y Roma subieron una vara que fue difícil de bajar.
La combinación entre los festivaleros Kapanga, Turf y Los Caligaris, la vibración positiva de Nonpalidece, las manifestaciones políticas de Miss Bolivia, los 25 años de Cielo Razzo y el imponente final a cargo de La 25 son fundamentales para entender por qué la segunda jornada del Rock en Baradero 2018 fue la más convocante, con 9000 asistentes.
El hijo de Diqui James, más conocido como Louta, merece mención aparte.
Con su característica propuesta que combina teatro, coreografías ostentosas y performances llamativas, interactuó constantemente y logró enceguecer a un público que terminó prendido fuego. Por otro lado, los grupos emergentes volvieron a marcar presencia: Bandalos Chinos, Perras On The Beach y los mendocinos de Usted Señalemelo −uno de los recitales con más repercusión de esta edición 2018 del Rock en Baradero; una muestra de que el grupo no para de crecer a pasos agigantados−.
Una de las perlas de la segunda jornada fue la amistad y el apoyo entre los músicos, tanto arriba como abajo del escenario; esto se vio reflejado en las invitaciones a compartir temas: Julián Kartún de El Kuelgue subió a cantar con Lo’ Pibitos, Simón Poxyran de Perras On The Beach con Turf y el mono de Kapanga con Los Caligaris y La 25, interpretando el clásico Sólo voy y dándole un cierre de significación barrial al día 2.
El show de Peces Raros deslumbró desde temprano en el comienzo del último bastión del festival. La marca platense quedó impregnada en los primeros asistentes que disfrutaron de un formato rockero que excluyó syntes y pistas, y rompió con el esquema que Lucio Consolo, Benjamín Riderelli y Marco Viera vienen trabajando desde Parte de un mal sueño (2017).
La escena emergente continuó con La Mono, La Movida, Coverheads y Jeites.
Con hits como Mujer amante, Silencio y Campanas en la noche −que incluyó otra aparición del Mono de Kapanga en escena−, Los Tipitos demostraron por qué es una de las bandas nacionales que más proyección tuvo en Latinoamérica.
Piti Fernández subió al escenario Isenbeck con muchos invitados, amigos, y además de recorrer canciones históricas del rock nacional como Todas las hojas son del viento de Luis Alberto Spinetta y Ayer nomás de Los Gatos, repasó los tracks de su proyecto solista folk con composiciones con impronta pastillera y líricas introspectivas.
Por su parte, Sueño de Pescado, que se encuentran presentando Sangre en tus luces (2017), brindaron un show entre banderas, cánticos y destacada presencia barrial. Nagual, El Bordo, De la Gran Piñata y Guasones fueron parte de un cierre de funcionó como presagio de que el festival se convertirá en un evento histórico dentro del rock nacional.
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