Se estrena un documental que recupera material inédito de Astor Piazzolla

Tango en París. Recuerdos de Astor Piazzolla

«Tango en París. Recuerdos de Astor Piazzolla» reconstruye la amistad entre Astor y  José Pons, presentando muchísimo material inédito: grabaciones a cinta abierta con Piazzolla tocando en el living de la casa de Pons, grabaciones hogareñas en Super 8, fotografías y cartas.

Este documental imperdible fue realizado por el cineasta Rodrigo Vila y se estrenará el jueves 7 en el Hoyts Abasto. Luego el documental hará un largo recorrido por festivales europeos.

“Hace unos años hice una película documental de la vida de Mercedes Sosa, La voz de Latinoamérica, con el hijo de Mercedes, Fabián, y la familia de ella. Yo sabía por Fabián de su relación con José y Jacqueline Pons en París, sobre todo en su época de exilio, que ellos la habían ayudado muchísimo, y fui a entrevistar a Jacqueline a París porque sabía que tenía un archivo de Mercedes muy bueno”. “Cuando la conocí, aparte de darme un material muy lindo de Mercedes con Astor, me mostró otro material riquísimo de archivo fotográfico, fílmico, audio y cartas entre Astor y José Pons” le dijo a Vila a Página/12.

Cuando Página le preguntó cómo se habían conocido Piazzolla y Pons, Vila dijo: «Por una de esas cosas del destino. Jacqueline lo conoció en un vuelo en el que de casualidad viajaban Amelita Baltar y Piazzolla. El no podía dormir y caminaba por el avión, y le ofrecía cuidar a los nenes. Cuando llegaron a París entablaron diálogo con José. Intercambiaron teléfonos y a los dos días Amelita la llamó a Jacqueline para arreglar para comer. Se juntaron y ese primer día se quedaron juntos hasta la 1 de la mañana. Ahí nació una amistad entre Astor y José, que se transmitió a Jacqueline y Amelita. Fueron el núcleo fuerte, después se fueron sumando Atahualpa, Jairo, Horacio Ferrer. Y tenían 50 años, eso es lo más llamativo»

«Tango en París. recuerdos de Astor Piazzolla» reúne material inédito de audios, fotos, cartas personales y videos en Súper 8. En una hermosa manera de recuperar los encuentros en la casa del barrio latino de París, donde Piazzolla se encontraba con grandes referentes de la música.